Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, el no limpiar la grasa sobrante de los corchos que queda en la madera de las espigas, puede resultar muy perjudicial para la madera de nuestro instrumento ya que se taponan los poros con la suciedad de esta parte, provocando que la madera no pueda transpirar, lo que puede llegar a propiciar una grieta, especialmente en la espiga superior del cuerpo superior.
Flautist@s recordad que periódicamente tenéis que ir revisando la afinación general de vuestra flauta.
Ya sabéis, que al final de la varilla de limpiar la flauta hay una marca que sirve para indicarnos la distancia exacta del corcho de la cabeza. Se usa de la siguiente manera:
Metemos la varilla por el lado de la marca en la cabeza de la flauta, entonces por el agujero del bisel comprobamos si la marca de la varilla se nos queda en el centro. En ese caso, la posición del corcho de la cabeza es correcta. Si por el contrario, la marca se quedase ligeramente desplazada hacia arriba o hacia abajo, el instrumento estaría desafinado, por lo que sería casi una tarea imposible afinar todo el registro...
Si la posición del corcho es correcta, y aun así no estáis cómodos con la afinación, puede que sea hora de revisarlo o incluso cambiarlo por uno nuevo. ¡¡LLAMAR A VUESTRO REPARADOR!!
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